Siempre me ha fascinado
el origen de las cosas.
Podría decir
se me antoja una incógnita
difícil de despejar.
El origen de la persona
en la que me he convertido.
Tengo esa sensación
de vértigo constante
al mirarme en el espejo.
Al buscar mi sombra
cuando estoy sumido
en la oscuridad de mis días
y me atrapa
la duda permanente
de saber quién soy.
A veces,
al mirar de reojo
la estela de mis pasos,
veo una figura
oscura y alargada
que va rasgándose bajo mis pies.
Y me quedo estupefacto
al saber que aún,
en esta noche eterna,
soy capaz de dibujar
una bella silueta en la oscuridad.